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Como
ciudadano guineoecuatoriano
y profesional de la Medicina,
quisiera retomar la palabra
en el debate sobre el tema
del almacenamiento de
residuos tóxicos y de basura
atómica en la Isla de
Annobón
El Profesor de Historia del
Pensamiento Político de la
Universidad Complutense de
Madrid (España) y Presidente
de Solidarios para el
Desarrollo, José Carlos
García Fajardo, con valentía
y coraje, características de
una persona de gran peso
intelectual y social, ha
remembrado a la opinión
pública nacional e
internacional en su artículo
en el Diario 16 del 4 de
Noviembre así como en sus
declaraciones en Radio
Exterior de España en su
Emisión para Guinea
Ecuatorial, un asunto que
parecía haber sido enterrado
en el baúl de los recuerdos.
Las noticias sobre el
maquiavélico plan del
dictador Teodoro Obiang
Nguema de convertir a la
preciosa Isla de Annobón en
un cementerio de residuos
tóxicos y de basura atómica,
salen a la luz el mes de
junio de 1988, cuando la
Revista Londinense West
Africa del 20 de junio del
mismo año, bajo el título "Toxic
terrorism", hizo pública la
noticia de que Guinea
Ecuatorial habia firmado un
contrato por 10 años con la
compañía británica UK
Buckinghamshire por valor de
1 millón 600.000 $ USA. La
compañía en referencia
obtenía a cambio, una
licencia para el
almacenamiento de 10
millones de bidones de esos
residuos tóxicos.
En aquel entonces, en mi
calidad de Secretario
General de la Alianza
Nacional para la
Restauración Democrática (ANRD),
me reuní con los médicos
guineoecuatorianos en
Alemania para analizar esta
situación y llegamos a la
conclusión unánime de enviar
misivas de protesta a los
gobiernos de Santo Tomé y
Príncipe, Camerún, Gabón, y
Nigeria a través de sus
Embajadores acreditados en
Bonn, para atraer su
atención sobre el peligro y
las consecuencias
irreparables que dicho
almacenamiento podría
suponer para los países de
la zona. La misiva en
referencia también fue
enviada a los medios de
comunicación y sólo la
Revista New African de Enero
de 1989, la hizo pública. El
22 de septiembre de 1988, EL
PAIS también hacía eco sobre
el particular. Con el título:
"Annobón, un paraíso para el
vertido de tóxicos", el
diario español mencionaba el
acuerdo por diez años que el
presidente Teodoro Obiang
había firmado con una
empresa norteamericana para
hacerse cargo de 7 millones
de toneladas de residuos
nucleares por un valor de
186 millones de pesetas que
el presidente Obiang habría
percibido. El acuerdo
preveía que cada año los
envíos alcanzasen un total
de 720.000 toneladas.
La prensa suiza tampoco se
quedó al margen del tema.
Así, el periódico DIE
WELTWOCHE, No.32 del 11 de
agosto de 1994, publicaba un
artículo de Willy
Lützenkirchen titulado: "Das
tödliche Geschäft wird von
Genf aus gesteuert",
traducido en español: "El
mortal negocio se maneja
desde Ginebra". Según dicho
periódico, el negocio con la
basura industrial altamente
contaminada, así como los
residuos tóxicos radiactivos,
aportan al régimen de Guinea
Ecuatorial, unos 200
millones de
$ USA
anuales. Motivo
suficiente-según el
periódico- para que un
Presidente sin escrúpulos
pueda vender la fértil isla
tropical de Annobón con sus
2000 habitantes y una rica
flora y fauna para su total
exterminio.
Otros datos muy relevantes
sobre la situación general
en la isla de Annobón, y
relacionados con este tema,
los daba a conocer la
científica holandesa de la
Universidad de Ámsterdam,
Dr. Marike Post. La
lingüista fue testigo ocular
del drama en la isla de
Annobón antes de que los
militares cortaran cualquier
comunicación con el mundo
exterior. La investigadora
pasó tres meses en Guinea
Ecuatorial. En Annobón, 670
Kms, al sur de Malabo,
quería investigar las
lenguas creolias de los
habitantes de la isla. Pues,
los militares no quieren ni
soportan a testigos oculares.
Tras constantes amenazas de
los soldados, espías y
polizontes, la Dra. Post
tuvo que interrumpir el
proyecto y abandonar la isla.
Sus observaciones confirman
la fatal sospecha de que el
régimen planea desalojar a
los habitantes de la isla.
Acusa al régimen de haber
convertido el Paraíso en un
Infierno. La gente están
encerradas en la isla como
presos en un campo de
concentración, hambrientos y
obligados a la mudanza. Sin
embargo, no quieren
abandonar su casa. De ahí
que se les quieren aniquilar
a través de una "blocada de
hambre".
Según la valoración de la
científica, la isla se
encuentra al borde de un "desastre
ecológico", que destroza la
naturaleza y obliga a la
gente a retirarse. Los daños
del medio ambiente han
tomado ahora una amenazante
dimensión, informa Dr. Post:
"Los cambios en la
naturaleza mantienen a la
gente en el miedo. Desde
hace unos años muchos
árboles y plantas se ponen
cada vez enfermos. Todo
empezó con las palmeras, que
de repente dejaron de dar
frutos y comenzaron a
secarse. Una gran reserva de
palmeras fue atacada por un
moho blanco y pereció. Las
enfermedades de las plantas
también invaden a las
bananas, plátanos, avocados,
papayas, mangos, etc. Todos
los árboles casi no llevan
frutas, son invadidos por el
moho. Las nuevas plantas
casi no crecen. Las plantas
jóvenes de bananas con 1
metro y medio de altura nó
alcanzan la tercera parte de
sus tamaños anteriores. La
yuca y el pescado, alimentos
básicos en la isla, muestran
peores alteraciones de
crecimiento. Ellos alcanzan
sólo la quinta parte de su
tamaño y peso que
anteriormente se esperaba".
Un alemán, experto agrónomo
que trabajó en Guinea
Ecuatorial para la Sociedad
de la Cooperación Técnica
Mutua (GTZ) comentaba así la
situación en la isla de
Annobón: "Es casi increíble
cómo el "régimen de tortura
militar" ha destruido la
hermosa isla con su pacífico
pueblo pescador. Desde hace
más de tres años los
militares tienen encerrada y
aterrorizada a la isla de
Annobón. Los soldados han
devorado todos los gatos.
Con ello las ratas pueden
reproducirse horriblemente y
convertirse en una plaga. El
régimen con sangre fría, ha
rehusado todos los programas
de ayuda para la isla y para
el combate de las ratas.
Nadie debe descubrir los
planes del régimen. Lo que
es cierto es que la basura
química se ha llevado a la
isla y con ello el régimen
ha hecho buen dinero. Los
daños en el medio ambiente
aún son incalculables".
La gente ha sido entregada a
la invasión de ratas, temen
por sus últimas existencias.
Las escenas son tan graves
que la Dra. Marike no puede
olvidar: la gente mal
nutrida, débil e indefensas.
Las ratas por todas partes,
también en pleno día devoran
todo lo que encuentran en
las chozas.
Las ratas atacan a los
viejos y a los niños
pequeños durante la noche y
muerden sus dedos en trozos.
Algo semejante no lo podía
haber imaginado hasta que yo
misma pude ver las
mutilaciones. En las plantas
y en los jardines, las ratas
roedoras, según la Dra.
Post, devoran toda la
cosecha, excavan los
tubérculos de la tierra,
saquean las frutas de las
plantas. La manada de ratas
golosas devoran todo lo que
encuentran en su camino. Es
así como se destruye también
el mundo animal de la isla:
murciélagos, lagartos,
tortugas, serpientes, aves
del mar, escorpiones y
enormes ciempiés.
Las observaciones de la
científica de Ámsterdam
fueron confirmadas por un
equipo de médicos españoles
de ayuda para el desarrollo
(Cooperación Española) en un
informe confidencial de
investigación. Antes del
bloqueo de la isla por parte
de los militares los médicos
pudieron llevar a cabo una
serie de investigaciones a
305 niños para obtener una
vista general del estado de
salud de la población. Sus
diagnósticos son alarmantes
y muestran una espantosa
dimensión de hambre y
enfermedades. Los resultados
se diferencian claramente de
todos los datos de
investigación llevados acabo
en otras partes del país.
Por consiguiente, 43% de
niños menores de cinco años
en Annobón sufren la falta
de peso. La mortalidad
infantil subió en dos años
de 13,8% a 17%. 41% de niños
sufren diarreas y parásitos
intestinales. 29% padecen
anemias, 41% paludismo, 25%
enfermedades de la piel, 13%
sarnas y abscesos, 8% tienen
ulceras estomacales.
67% de los niños tienen
tumefacciones del bazo una
muestra clara de paludismo.
Entre los niños se empieza a
notar casos de leucemia,
pero los militares los
tienen aislados. Llamativo
es el alto nivel de las
enfermedades de la piel que
es doble alto que el de los
niños de otras partes de
Guinea Ecuatorial. Lo mismo
se nota en los casos de
paludismo, ulceras
estomacales y tumefacciones
del bazo. La cuota de niños
asmáticos es incluso tres
veces muy alta.
Las causas de la ruina de la
salud de los habitantes de
la isla de Annobón, de la
muerte lenta de los bosques,
la alteración en el
crecimiento de la vegetación
y la mala cosecha, son para
los expertos algo muy claro.
La isla de Annobón se ha
convertido desde hace años
en un almacén secreto de
basura industrial altamente
contaminada. La ingeniera
alemana de Agronomía
Hildegard Keck que trabajó
para una institución de
ayuda de la Iglesia Católica
en Guinea Ecuatorial durante
4 años: "Hay indicios de
almacenamiento de material
radioactivo en la costa de
Annobón. La isla está
protegida por los militares,
todas las comunicaciones
están cortadas. Es necesaria
una investigación urgente de
la sustancia nociva y de los
daños del medio ambiente".
La Dra. Post llama a Annobón
"la bomba de relojería" que
puede explotar en cualquier
momento. Tampoco tiene duda
de que la isla se ha
convertido en escenario de
un monstruoso crimen al
Medio Ambiente.
La Dra. Post llama a Annobón
"la bomba de relojería" que
puede explotar en cualquier
momento. Tampoco tiene duda
de que la isla se ha
convertido en escenario de
un monstruoso crimen al
Medio Ambiente.
El régimen de Guinea
Ecuatorial ha firmado
contratos a largo plazo con
compañías americanas para el
almacenamiento de vertidos
tóxicos. La pesadilla de
Annobón comenzó en 1988
según los expertos como : "Africa
Analysis", la Oposición
guineana y la prensa
española.
En aquel entonces, el
presidente Obiang habría
firmado un contrato hasta
1997 con la compañía
británica Emvatrex y la
americana Axim Consortium
Group de Nueva York. El
contrato permite a las
empresas el almacenamiento
de 2 millones de bidones de
residuos tóxicos en la isla
de Annobón. Para ello las
empresas pagaron
personalmente al presidente
Obiang Nguema 1,6 millones
de $ USA. Según datos de un
experto de la Sociedad de
Cooperación Técnica Mutua (GTZ),
responsable en el proyecto
de agricultura del régimen,
también admitió contratos de
residuos tóxicos con una
empresa polaca-suiza. Por
encargo de las compañías
americanas, un abogado
español negoció con el
régimen de Malabo el
depósito definitivo de miles
de toneladas de suelo
contaminado con radón (una
sustancia radioactiva). Los
expertos del Medio Ambiente
sospechan que sobre todo
restos de pesticidas
PCB-restos, como dioxina,
formaldehídos, escorias de
metales pesados,
concentrados de productos
para el blanqueo de papel y
defensa de madera, cianuro y
clorido de fenol puedan
estar almacenados en la isla.
El último paraíso se aruina:
Annobón, una isla sin coches
y carreteras, sin
electricidad, sin agua
corriente, sin televisión y
neveras, sin hoteles y sin
ruidos de motores, está
amenazada a convertirse en
un cementerio. La gente sin
sal, sin lámparas de aceite,
medicamentos, leche, ropa y
cerillas.
Las tiendas están vacías, la
escuela y la clínica
saqueadas y cerradas. Muchas
chozas quemadas, para todo
los habitantes la isla se ha
convertido en un campo de
concentración.
Los pocos pescadores sólo
con el permiso de los
militares pueden salir al
mar. Lo sorprendente es que
muchos barcos llegan a la
isla. "Barcos de la muerte"
así los llaman los
habitantes de la isla con
mal pensamiento. Ellos
descargan su mercancía de la
muerte delante de los
arrecifes y las rocas de la
costa de Annobón. El
Gobernador asegura a la
población que se trata de "barcos
pesqueros de Corea" que
pescaban ilegal en la isla.
La Dra. Marike Post de la
Universidad de Amsterdam
intentó mobilizar a la ONU,
el Parlamento Europeo y
Organizaciones Humanitarias,
Greenpeace, Médicos sin
Fronteras y las Iglesias
contra la contaminación
ambiental de Annobón: "No
puedo olvidar nunca a los
niños hambrientos, a los
viejos flacos. Lo único que
me preocupa es la pregunta:
Rememorar estos hechos, no
obedece a un morbo
anecdotario o distracción
calculada. Ocurre que el
régimen dictatorial del
Teniente General Teodoro
Obiang Nguema es el
principal problema de Guinea
Ecuatorial. Hay que conocer
su origen, cotejar su
arraigo, sus efectos y darle
una salida política efectiva
y urgente. No vale seguir
escabullendo el tema. Hoy,
con la perspectiva del
tiempo y la evolución
posterior de los hechos,
debemos denunciar una vez
más el maquiavelismo del
régimen dictatorial de
Obiang Nguema y su familia.
El tiempo ha desenmascarado
el verdadero rostro
dictatorial de Obiang Nguema
Fuente:
afrol
News
Autor:
Samuel
Mba Mombe |